jueves, 16 de junio de 2011

"Evanescencia": microrrelato para la participación en el Premi Picasso en LletrA del año 2011




Evanescencia, oscuridad, pena… Ni siquiera la ficción conocida de la suplantación de las personalidades nos hace olvidar la superposición de los dramas. Dos manos se entrelazan para compartir los destinos de miseria y dignidad de la ciencia y la caridad: las manos de los modelos del cuadro que hacen llegar la pobreza hasta los protagonistas reales de la historia: el padre del pintor y la pobre de solemnidad.   

Y, ¿en qué situación quedará el niño cuando su madre haya partido? Su niño adorado –ya nos lo hace ver Picasso, con la dulzura de su paleta, que se recrea en su vestimenta sencilla pero adorable y sus delicados bucles- es también otro pobre sin destino. Está en los brazos de una monja cuyos hábitos no pueden estar más ornamentados… para el abandono. Ni siquiera ella escapa al espíritu crítico que impregna el cuadro.

Sin embargo, todo rezuma pobreza y dignidad. La expresión dolorosamente real de la enferma,  es la de quien no tiene futuro, pese a que sobreviva a esta comedia del destino. Y a pesar de todo, aún tiene el consuelo generoso del menesteroso médico, quien, vestido con sus mejores galas, ha acudido a la habitación donde  yace la enferma, para ofrecerle su cariño y su ciencia. Por eso le da la mano; pero la mano del médico es real, aún cálida; la de Ella se diluye como fluyen las gotas de agua en un río: inevitablemente. Ella –que ahora ya es la dignidad- acepta su mano por lo que representa: su última esperanza.

Hoy -16 de junio de 2011- es el día en el que se publican los ganadores. Nadie me ha llamado, por lo que no debo haber sido seleccionada por ellos. De todos modos, espero que disfrutéis con su lectura, por lo menos tanto como yo lo hice al escribirlo.