viernes, 13 de mayo de 2011

¿Es la sociedad del conocimiento más democrática?

Si hablamos desde el punto de vista de la índole de los documentos que bullen en la sociedad del conocimiento, podríamos decir que los documentos hipertextuales, o más rabiosamente, los blogs, son portadores de valores más universales y democráticos que los que podrían aportarnos la cultura del libro.

La cultura del libro en soporte papel, que existirá siempre que las imprentas lo consientan, no va a ser desplazada, porque sencillamente tiene su sitio. Es una experiencia única tener entre las manos un libro, acariciarlo, olerlo y desentrañar... lo que el autor nos ha querido decir. Se trata de ver la cultura desde otra perspectiva no excluyente, que implica otra mirada hacia las posiciones del autor, del lector, del estudiante, del maestro, del documento, del soporte... de la democracia.

Porque si en la cultura del libro nos encontramos como lectores más constreñidos -aunque siempre podremos abordar su lectura de modo hipertextual, mediante los índices, por ejemplo-, en la del hipertexto y los hiperdocumentos somos nosotros los que tomamos las riendas de la lectura... dentro de los márgenes que el autor y los programas informáticos nos dejen...

Lo que no se puede ocultar es que la sociedad del conocimiento es la que corresponde al momento presente, caracterizado por la rabiosa globalización, y el deterioro de los Estados del Bienestar conseguidos con tanto esfuerzo. Qué bien... ahora ya tenemos digitalizadas las leyes... pero ¿tenemos la fuerza para reaccionar, nosotros que hemos sido educados por las élites de modo hedonista para que no protestemos en su contra?

Y entonces, es cuando el momento de la blogosfera cobra crucial importancia democrática. Este es el momento. En todos los aquís y todos los ahoras.

El "Transitorio observable": la propuesta multimedia de la máquina a mis ojos

Fue Bootz quien llamó "Transitorio observable" a la acción visible que transcurre en la pantalla: por lo que se presenta en ella ha sido llamado por Bootz como “transitorio observable”: “es el acontecimiento multimedia producido por la ejecución del programa y propuesto a la lectura”[1]; es la parte de la obra más semejante al texto impreso y su nombre, según este autor, se debe a su modo de producción, ya que lo que aparece en la pantalla es producido en tiempo real por el programa, es un acontecimiento efímero y transitorio, que no se fija definitivamente en un soporte. Es un estado visual. Pura interacción entre la máquina y mis ojos, entre la máquina, el autor y yo.


[1] Campàs, J. Traducción de la obra de Bootz, P. Les Basiques : la littérature numérique, en http://www.olats.org/livresetudes/basiques/litteraturenumerique/basiquesLN.php consultado por última vez el 3 de mayo de 2011. Pág. 4.

La "Estética de la frustración" no es posible...

La verdad es, que después de escribir ayer día 12 de mayo de 2011 incansablemente sobre temas relacionados con el hipertexto, más de modo académico que personal, cuando esta mañana me he percatado de que lo había perdido todo, me he sentido abrumada, pero ahora que comienzo a recuperarme mentalmente, me parece que no es una solución tan mala. No lo es, porque estas entradas serán más mías.

Simplemente, el hipertexto que yo misma constituyo, con mis múltiples vivencias y elecciones, ha elegido no patalear y seguir luchando; porque la vida es eso, elegir, luchar, seguir. Prefiero insertar diez entradas más yo misma, que quedarme esperando a ver si desde Blogger alguien toma una solución, del mismo modo que me declaré yo al muchacho al que amaba hace ya tantos años, asiendo fuertemente mi destino con mis dos manos.

Y la "Estética de la frustración", que como final inabarcable podría engullir al lector de hiperdocumentos sobrevinculados, dice Bootz que no es posible, ya que el lector siempre puede tomar otro rumbo... como el que yo estoy eligiendo.